sábado, 6 de enero de 2024

Principio y fin

Hay ocasiones en las que el propio devenir de la vida fuerza cambios y da igual que las formas hayan sido elegidas y justas o más bien impuestas y de mala manera. En ambos casos el resultado es el mismo: la exigencia de una transformación

Imagen de Gerd Altmann en Pixabay

Tener que adaptarte, cuando algo te afecta en primera persona, y aceptar las nuevas circunstancias (aunque deba ser de manera resignada y dolorosa) puede dar como fruto la construcción o la destrucción del ser. Conseguir una cosa u otra depende, aparentemente, de uno mismo y eres tú, en tu individualidad, el principal responsable de este proceso de conversión. (Luego, si eres creyente, ya puedes meter en juego el tema de las voluntades humanas y las divinas).

Buscar culpables se nos da muy bien, y forma parte del tiempo de duelo que es inevitable pasar, pero quedarse en la queja acusadora constante o en la espera indeterminada no es la mejor solución porque dejar en manos de otros las riendas de lo que han de ser tus decisiones. Y, si me lo permites, por experiencia propia puedo decirte que cuando concedes a alguien la capacidad de dirigir tu vida acaban pesando mucho más los errores ajenos (aunque las intenciones fueran buenas) que los propios.  

Todo empieza y todo acaba, todo termina y vuelve a comenzar. Principio y fin de las cosas, de las personas, de las relaciones... 

Todo se pasa, que diría Santa Teresa de Jesús, y pasan, entre tantas cosas y como cantara Romero San Juan en su conocida sevillana, la vida, el cariño, la gloria o los años. ¿Quién no ha visto cómo se truncaba algún sueño o ilusión que llevaba en el corazón? ¿Quién no ha sufrido un desengaño amoroso? Nadie se libra de las decepciones. Y a la vez todo fracaso ofrece siempre una oportunidad para alcanzar el éxito.

Por eso, si has perdido el rumbo, te animo a que aproveches estos días para desconectar de todo y conectar contigo, para reencontrar tu esencia y para descubrir qué es eso que podría hacerte feliz. Una vez que lo tengas claro... ¡no temas! (Como le dijo el ángel Gabriel a la Virgen María en la Anunciación). 

Intenta disfrutar de cada experiencia, de cada momento y, por negativo que pueda ser lo que estés viviendo, no dejes de buscar algo bueno. ¡Ve a por ello! Y recuerda que siempre podrás volver a hacer cambios si las cosas no te agradan.

Mira de dónde vienes, abraza con mucho amor tu pasado y perdona todo lo doloroso que encuentres en él. Enfócate en la dirección hacia la que quieras ir y elabora una estrategia para intentar alcanzar lo que te hayas propuesto. ¡Persevera y, pase lo que pase, no te detengas! 

Y si necesitas un poco de ritmo en tu vida... ¡ponle música! ¡Escríbeme!

Por cierto, ¿puedo pedirte un favor? ¿Me ayudas a difundir esta publicación? 

¡Yo también estoy empezando a perseguir mis sueños! 

2 comentarios:

  1. Parece que lo has escrito para mi. Como si estuvieras dentro de mi cabeza. Gracias!!!!
    Mila

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Muchas gracias a ti por dejarme el comentario! En realidad se puede decir que lo escribí para mí. Después de haber tenido que superar demasiados sinsabores, en mi opinión muy injustos, me he cansado de lamentarme y estoy en proceso de transformación. :)

      Eliminar

¡Gracias por visitar mi blog! ¿Me dejas también algún comentario? Cuéntame si te ha gustado lo que has visto, si te ha resultado útil... (o todo lo contrario). Tú opinión me ayuda a mejorar, me motiva y me anima a seguir escribiendo. ;)