miércoles, 30 de enero de 2013

Músicas festivas del siglo XVIII en el Madrid del siglo XXI

Hay semanas y semanas... y esta vengo con retraso, lo sé, y encima se me han olvidado muchos de los detalles del concierto al que asistí la semana pasada y del que me hubiera gustado redactar una pequeña crítica al día siguiente. En fin... ¡un auténtico desastre! Pero no voy a excusarme, de momento aquí os dejo el intento de reseña que he hecho aunque la próxima espero mejorar. Debo ponerme pilas porque no puedo, ni quiero, verme tan espesa. 

Reseña del concierto:
El pasado viernes, dia 25 de enero de 2013, a las 19:30h, tuvo  lugar, en la sala de cámara del Auditorio Nacional de Música de Madrid, el segundo concierto del XL Ciclo de Grandes Autores e Intérpretes de la Música. En esta ocasión la cita corrió a cargo de El Concierto Español, dirigido por Emilio Moreno, y en ella se rindió homenaje a Luz Martín León-Tello (profesora titular del departamento interfacultativo de música de la Universidad Autónoma de Madrid y gran intérprete de castañuelas fallecida en abril de 2011).

Comenzó el concierto tras unas palabras del director de la agrupación a través de las cuales anunció la ausencia de la soprano Raquel Andueza, quien fue sustituida por la mezzosoprano Marta Infante, y comentó las modificaciones que se iban a producir en el programa como consecuencia del cambio en las solistas. A pesar de ello el repertorio no perdió un ápice de su atractivo y bajo el epígrafe "Músicas festivas en el Madrid del siglo XVIII: tonadillas y zarzuelas", pudimos escuchar obras, inusualmente programadas, como una breve obertura anónima que en su momento hubiera servido para atraer la atención del público; dos cómicas tonadillas, una de Luis Misón, en la que una joven se presenta en el teatro y que interpretó Jordi Ricart, y otra de Pablo Esteve en la que dos pueblerinos cuentan lo que han visto y hecho durante su estancia en Madrid; y un inédito concierto del italiano Jayme Facco al que seguirían dos arias cómicas y una seria en Ifigenia en Tracia de José de Nebra con las que se llegaría al intermedio. La segunda parte comenzaría, siguiendo la costumbre dieciochesca, con otra pieza instrumental: el Concertino a quatro de Corselli y tras él intrerpretarían varias coplas de Rodríguez de Hita y dos tiranas de Laserna, siendo una de ellas la famosa Tirana del Trípili. Finalizarían el concierto con la obra anónima Fandango de Luz, que bien recordaba al fandango de Boccherini, y que no pudo ser acompaña por la propia homenajeada porque, según explicaron, la SGAE (entre otros) no había dado permiso para proyectar el vídeo.

El Concierto Español, con su buen hacer de siempre, no defraudó al público asistente y los solistas, Marta Infante y Jordi Ricart, brillaron con luz propia aunque, si bien es cierto, yo hubiera disfrutado bastante más de haber podido disponer de los textos que se interpretaban en el programa de mano.

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